Desratización
La desratización consiste en diversos métodos para controlar a los roedores. Esta práctica se realiza con el fin de evitar una plaga que podría llevar a la contaminación de alimentos, contagio de enfermedades peligrosas e incluso en algunos casos daños de infraestructura, a causa de roídas, fecas y orina de ratones.
Gracias a su alta adaptabilidad y la falta de un depredador natural la reproducción de estas va sin control, es por esto que existen diversos métodos y constantemente se innova en esta área.
El método a usar dependerá de la especie de roedor a la que nos enfrentemos y las circunstancias, ya que este puede adaptar su comportamiento a cualquier escenario.
Existen dos tipos de métodos:
Químico:
Se caracteriza por el uso de tubos cebaderos que actúan por medio de un cebo. El tubo se asemeja a un escondite para los roedores, en donde atraídos por el exquisito olor del cebo, también pueden probarlo. el formato de las trampas también pueden ser cajas cuadradas y triangulares el uso de esta metodología generalmente es adecuada para el exterior.
Mecánico:
Estas son trampas que no requieren de una propiedad química para inhabilitar a la plaga, sino que este tipo de trampas se usan según la necesidades que presente el recinto al cual se le realiza el control de ratones o desratización.